lunes, 31 de marzo de 2008

Parque Nacional de Nahuelbuta

Este es un artículo publicado en la sección Notas de Viajes de En la Ruta de Darwin
"PARQUE NACIONAL NAHUELBUTA" escrito por José Montalva.


El parque Nacional de Nahuelbuta fue creado en el año 1939 con el fin de proteger los bosques de Araucarias (Araucaria araucana) que se encuentran en las cumbres y altiplanicies de la Cordillera de Nahuelbuta, hoy en día cuenta con una superficie de 6832 hectáreas de bellos bosques protegidos por Conaf.


Ubicado en la IX Región de La Araucanía (Entre los paralelos 37º 44`y 37º 51` y los meridianos 72º 55` y 73º 03`), a 39 Km. de la ciudad de Angol y en plena Cordillera de Nahuelbuta, este es el único Parque Nacional que se encuentra en la Cordillera de la costa dentro de esta región.
Acerca del Origen de su nombre, este proviene de la lengua mapuche y significa “tigre grande” (Nahuel: tigre; Buta: grande) dado a que antaño, este era un lugar de abundantes pumas (Puma concolor), hoy en día su abundancia es menor, pero para la gente local pareciera estar siempre presente, y hablan del “león” casi como si fuera un ser mitológico.

La cordillera de la costa nace en la V región para desaparecer en la X región, pero como mencionamos anteriormente este cordón montañoso acá recibe el nombre de Cordillera de Nahuelbuta y también alcanza grandes altitudes, Piedra del Águila (1460 msnm), Cerro Anay (1450 msnm) y Alto de Nahuelbuta (1530 msnm), lo que da condiciones climáticas especiales, tanto así que permite que se desarrolle la Araucaria, especie que generalmente se desarrolla en la pre-Cordillera y Cordillera de los Andes, pero las condiciones climáticas en Nahuelbuta son muy semejantes a las de su homónimo Andino (Tendencia mediterránea Per-Húmeda), con una influencia más continental que oceánica, lo que podría explicarse por la altitud de Nahuelbuta, la cual se comporta como un perfecto biombo natural. Las lluvias alcanzan los 1400mm anuales (con caída de nieve entre Junio y Septiembre) y como es característico de las zonas mediterráneas hay la presencia de 1-2 meses semiáridos que son por lo general Enero y Febrero, y la Tº promedio anual es de 13º Celsius.
Las formaciones vegetacionales que destacan son los bosques de tipo caducifolio, bosques de Robles (Nothofagus oblicua) y bosques de Coigüe (Nothofagus dombeyii) pudiendo ser bosques puros o mezclados con otras Fagáceas u otros árboles, y los del tipo Acucifolio netamente compuesto por Araucarias (Araucaria araucana).
Entre la fauna destacan las aves: chucaos (Scelorchilus rubeculata), hued-hued (Pteroptochos tarnii), carpinteros negros (Campephilus magellanicus), pitios (Colaptes pitius), fio-fios (Elaenia albiceps), siete colores (Tachuris rubrigastra), traros (Polyborus plancus), peucos (Parabuteo uncinctus), cachañas (Enicognathus ferrugineus), cachuditos (Anairetes parulus), etc. los que son muy fácil de observar si uno se detiene y mira los bordes de los caminos, entre los arbustos o volando a cielo abierto. También hay gran cantidad de lagartos (Liolaemus spp) que en días asoleados salen a tomar sol sobre los troncos o algunas rocas, también entre las curiosidades de este parque esta la existencia de una especie de anfibio muy particular el sapo de Bullock (Telmatobufo bullocki). Más difícil de observar son los mamíferos quizás porque la mayoría tiene hábitos nocturnos entre ellos quiques (Galictis cuja), degús (Octodon spp), chingues (Conepatus sp), zorros (Pseudalopex spp) entre estos el singular zorro chilote (Pseudalopex fulvipes), y el puma (Puma concolor). Pero también en este parque se puede encontrar una especie única y muy rara el monito del monte (Dromiciops gliroides) puesto que filogenéticamente es la especie de marsupial más antigua del mundo y único representante del Orden Microbiotheria, podría considerarse casi como un fósil viviente.



Entre los lugares más recorridos y visitados del parque se encuentran:

Piedra del Águila: Este lugar es un mirador natural por excelencia, en su cima es posible observar la belleza del mar, el valle central, y los volcanes andinos de la región.


Araucaria Milenaria: Ubicada a 800 metros sobre el nivel del mar, entre Pehuenco y el Mirador Piedra del Águila, este majestuoso ejemplar es uno de los más antiguos del Parque, sobrepasando por mucho los mil años de edad, el diámetro de su tronco es tal que se necesitan 8 personas para rodearla con un abrazo.


Cerro Anay: Este se yergue por sobre los 1450 metros sobre el nivel del mar, el trayecto de 5 Km. muestra hermosos parajes al visitante.


Las Turberas: Se caracterizan porque las plantas van muriendo y depositándose como turba, debido a las bajas tasas de descomposición en condiciones de pH ácido. Dada las condiciones de suelos pobres especialmente en nitrógeno destacan los interesantes vegetales insectívoros (Drosera uniflora, Pinguicula antarctica).




Bosque de Roble


Heme aquí entre bosques de robles (Nothofagus obliqua) y otras Fagáceas. Este es un bosque del tipo caducifolio lluvioso, es febrero y acá dentro se siente la humedad en la piel, incluso en las partes más sombrías hay abundantes hierbas y briófitas, entre las que resaltan algunos helechos (Blechnum chilense). A los robles acá los llaman hualles, la cual es una denominación mapuche, muy utilizada por estos lugares. Me parecen muy hermosos los troncos de estos árboles, los cuales tienen un color plomizo con algunas manchas blanquecinas, estos son casi perfectamente rectos y por lo general superan los 10 metros de altura (algunos alcanzan los 40metros) es tal la cantidad de ejemplares en este bosque que da la impresión de que se dispusieran uniformemente. Otra de las cosas que saltan a la vista es la presencia de una especie de agallas, en la mayoría de los ejemplares de hualle, supimos después que a partir de esas aglomeraciones, en los meses de Octubre y Noviembre se desarrolla una especie de hongo comestible conocido como digüeñe (Cyttaria spp).

Me cuentan que acá en invierno nieva y que por lo general su nivel alcanza los 30 o 40 cms, con algunas excepciones en algunos años donde ha alcanzado los 60 o más centímetros, y aunque estos árboles están adaptados a estas condiciones ambientales el peso de la nieve hace que muchos se curven e incluso algunos caigan.
Si uno se detiene puede observar algunas Alstroemerias y Mutisias como las flores más llamativas, eso entre las herbáceas pero también destaca el notro (Embothrium coccineum) con unas muy vistosas flores rojas.
Parece nunca haber silencio en este lugar, pues se siente constantemente el silbido del viento por entre el dosel de estos altos árboles. De repente otro sonido rompe de repente la monotonía, un canto como si tuviera eco parece rebotar entre la maraña de arbustos, es el chucao (Scelorchilus rubecula) ave que siempre en movimiento y escondida entre los matorrales emite su particular canto. Al escudriñar pacientemente la podemos observar y curioso resulta que tan pequeña ave tenga tal estridente canto. Cuenta la creencia popular que este pajarito puede traer buena o mala suerte dependiendo de donde la persona oye venir su canto. Siendo un día de bienaventuranza, si esta ave canta por el lado derecho o un mal día si es que el canto proviene del lado izquierdo.
Otra de las aves que encontramos en el camino es el hued-hued (Pteroptochos castaneus), al escuchar su canto sabemos el por que de su nombre común, o por que también es llamado perrito.

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